Madrid se ha sumado a la tendencia de las grandes ciudades europeas de potenciar la movilidad sostenible. La gestión del tráfico y su impacto medioambiental preocupan y mucho. Evitar que las emisiones se acumulen en las zonas más céntricas, las ‘almendras centrales’ es el gran objetivo. La capital cuenta para ello con su Plan A y la primera medida, Madrid Central. Sus principales líneas de acción son dos. Por un lado, reducir la intensidad del tráfico. Por otro, promover la transformación gradual de los vehículos circulantes hacia opciones menos contaminantes.
Madrid Central se convierte con las nuevas decisiones en una zona de bajas emisiones. El principal criterio de acceso al área comprometida pasa a ser las etiquetas medioambientales. Unos distintivos sobre los que ya hemos hablado, que dividen los vehículos según su potencial contaminante. Las etiquetas son cuatro: Cero emisiones, ECO, C y B. El sistema prevé diversas restricciones dependiendo de cuál sea el distintivo que corresponda al vehículo.
El plan afecta a la zona denominada como Madrid Central, un área de 480 hectáreas. Un espacio que duplica su extensión actual y que se vuelve mucho más reconocible. Todo pensado para que gane espacio el ciudadano. El área está delimitada por Calle Bailén, Plaza de España, Princesa, Serrano Jover, Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Atocha y Rondas de Segovia, Toledo y Valencia.
El acceso, circulación y aparcamiento depende de varios factores. La etiqueta que porta el vehículo, la hora del día o la condición de residente o no en la almendra central son los criterios a tener en cuenta.
Existen varias disposiciones generales. Los residentes podrán circular libremente en Madrid Central y estacionar en la zona SER de su barrio. Libertad de circulación también para personas con movilidad reducida en su vehículo. Los vehículos con cualquier etiqueta ambiental podrán acceder y estacionar en aparcamientos. Además, los vehículos Cero emisiones podrán circular y estacionar en SER sin restricción de hora. Los servicios esenciales cuentan con libre acceso también.
Los residentes con vehículos en propiedad no tendrán que hacer ningún trámite (más que llevar su etiqueta). Los vehículos en usufructo, leasing, de sustitución, etc. deben acreditarlo. Si el residente tiene plaza de parking, el vehículo deberá acreditarlo para obtener el permiso de acceso. Tienen además veinte autorizaciones puntuales al mes para sus invitados.
En lo relativo a los prestadores de servicios con vehículos industriales, la situación se divide. Por un lado, los vehículos de 3.500 kilos o menos, que tendrán que acreditar la IAE. Por otro, los de más de 3.500 kilos, a los que se les presupone la actividad. Los permisos por horario y según la etiqueta son los siguientes.
Para los visitantes, las medidas aprobadas tienden a orientar su acceso a Madrid Central a través del transporte público. Las líneas de metro, el taxi, la bicicleta propia o través de BICIMAD, los VTC o los vehículos de carsharing son las principales opciones. Los visitantes que quieran acceder a la almendra con su vehículo particular podrán hacerlo aparcando en un parking. Hay libre acceso para motocicletas y ciclomotores con etiqueta ambiental desde las 7 horas de la mañana a las 22 horas de la noche. Las motocicletas Cero emisiones o ECO pueden circular las 24 horas del día.
La principal pregunta para los visitantes que quieran acudir con su vehículo privado a la almendra es dónde aparcar. Los visitantes con vehículos con etiqueta Cero emisiones pueden acceder y estacionar en SER sin límite de tiempo en parking o garaje. Para los demás, el Ayuntamiento ofrece 5.946 plazas subterráneas en 18 aparcamientos de rotación y mixtos. Estas plazas se suman, por supuesto, a la oferta privada.
Además, existe la posibilidad de acceso a la almendra para visitantes en otros vehículos. En los siguientes casos:
- Vehículos de personas que presten servicios sanitarios a domicilio.
- Vehículos de titulares de reservas no dotacionales.
- Vehículos para actos en la vía pública y ocupaciones.
- Vehículos que accedan a talleres de reparación sitos en Madrid Central
- Otros vehículos que justifiquen la necesidad de acceso, previa autorización del órgano competente.
Es importante tener en cuenta el calendario de implantación del plan. La puesta en marcha de todas las medidas es, en cualquier caso, progresiva, en dos fases. La primera, en noviembre, con la entrada en vigor del decreto de funcionamiento. En principio, a través de una fase de control manual e informativo. La segunda se basa en el control por cámaras de tráfico. Durante los dos primeros meses no se denunciará por accesos indebidos, tan solo se enviará una carta informativa.
